San Jorge es la comunidad más importante de la región, la cabecera. Tienen telefonía, hospital, comisaría y turismo internacional. Pumayoc, sin electricidad ni carreteras, es una comunidad andina y rural que mantiene las antiguas tradiciones de su cultura, adorando a la tierra y al sol.

Ambas comunidades se enfrentan en la final del torneo local de fútbol. Los jugadores de San Jorge, que trabajan para el gobierno local, el hotel o el restaurante, tienen tiempo de sobra para entrenarse. Pero el equipo de Pumayoc, integrado por campesinos, deberá elegir entre la recolección del maíz o jugar la final.

Acelerando los tiempos de cosecha, incluso trabajando por la noche, el equipo de Pumayoc se las arreglará para jugar la final del campeonato de fútbol; en una cancha que queda a tres horas atravesando cerros. Y con la ayuda divina de la Pachamama...

La cámara se mueve y acompaña a los personajes, está con ellos, vive y se mezcla en la multitud y en la intimidad, es un actor más en los partidos.

Las locaciones, las vistas de los poblados y cultivos, las canchas de fútbol de perdegullo y los caminos entre las piedras de la montaña, en contraste con lo colorido de sus ropas dan la imagen a la película.

El ritmo del montaje, los diálogos y el desarrollo interno de las escenas tienen una dinámica que se abstrae del paisaje bucólico y nos llevan por una narración sin baches, avanzando en la profundidad del planteo, hacia la resolución del conflicto.